lunes, 22 de junio de 2015

¿Preocupados por un mundo saludhable?

Leí esta semana este artículo en Infosalus.com sobre las ayudas al desarrollo en salud. Y tengo que admitir que me hizo reflexionar.

Habitualmente solemos preocuparnos de lo micro o lo cercano a la hora de analizar o debatir sobre el impacto de la recesión económica en la financiación de la Salud. Pero si a nosotros la crisis nos ha afectado de manera evidente, no pude evitar preguntarme como habrá  impactado en la financiación sanitaria de los países más desfavorecidos.

Pues bien, he aprovechado para leer el informe anual sobre Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en salud, que examina los datos aportados por  la OCDE y desgraciadamente, como ya me esperaba, estamos muy lejos de cumplir en la Unión Europea con el objetivo de destinar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta a la Ayuda al Desarrollo. 

En el resumen ejecutivo del documento ya me encuentro que hay 200.000 millones de dólares de déficit entre el volumen de ayuda de los distintos Estados que conforman el Comité de Ayuda al Desarrollo y ese objetivo del 0,7%, siendo solo Dinamarca, Luxemburgo, Noruega y Suecia los que alcanzaron ese porcentaje en 2.012.

En el resto de países se viene reduciendo la ayuda desde el 2.009, dejando un porcentaje global en 2.012 en el 0,35%.

Según este informe entre 2.010 y 2.011 España recortó la ayuda oficial al desarrollo en salud un 45%, aunque sobresalen tristemente Italia, Austria, Grecia y Portugal con reducciones que, en algún caso, llegan al 60%.

Es obvio que los países con mejores economías pueden hacer mayores aportaciones a la AOD, pero el informe destaca la correlación negativa entre las distintas capacidades económicas y su esfuerzo financiero en AOD.  

Es evidente que mejorar el acceso a la salud produce una mejora en la salud pública y ayuda en la erradicación de la pobreza. Pese al desarrollo experimentado en este ámbito en los primeros años del milenio siguen existiendo unas diferencias entre paises desarrollados y paises en desarrollo que deberían sonrojarnos. 

Van a cumplirse 15 años del informe  de la Comisión de Macroeconomía y Salud de la OMS en el que se señalaba que, si todos contribuíamos con un 0,1% de la Renta Nacional Bruta a la Salud global, sería posible proporcionar salud a casi todos los países de renta baja.  Parece ser que todo se ha quedado en una declaración de buenas intenciones.

Si estaís interesados en la información completa  podéis tener acceso al documento  aquí.

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